Grito en Silencio

En mi sangre grita toda una raza india, la que hace, pisa y retumba por toda una cordillera. Por mi sangre corre el sufrimiento de una sola raza negra, la que vibra, la que clama, la que mata injusticias en su propia carne. En mi sangre corre sangre maldita, sangre buena, sangre virgen, sangre blanca, sangre conquistadora, sangre de impulsos y ambiciones resecas.

Yo, la que duele en alma propia, la que llora por mares perdidos por lenguas olvidadas y bailes enloquecidos. Yo, aquella que grita en voz callada un clamor de amor, un pedido en lágrimas mudas. Soy la que lleva turbios lamentos, contradicciones ya claras que quedan como ejemplo; ejemplo mal llevado, vidas sacrificadas en falso.

En mi también viven ríos sangrientos, ricos, pobres, todos llenos de historiales. Se despliegan en mi mente un sinnúmero de caudales ardientes. Vida llena de una sola libertad, tan lejana, tan ajena como nuestra propia realidad. Existen en mi corazón deseos primitivos, voluntad, poder y amor. Ironía que llamo contradicción latinoamericana.

Soy la que canta, la que habla, la que calla, y piensa… explotando su ser por no ser consumida por su propia confusión, por su propio dolor, por su propia soberbia, por su propia injusticia en silencio. Y en silencio quedo, con todo un pueblo muerto, con un pueblo perdido. Remando hacia un futuro incierto, lleno de ambición callada, lleno de amores vacíos.